Se dice: «Uno es libre de hacer lo que quiera.» Es cierto, pero no todo conviene. Sí, uno es libre de hacer lo que quiera, pero no todo edifica la comunidad.
domingo, 26 de diciembre de 2010
Ampliando tus sueños
¿Dónde están tus sueños? La gente más feliz, exitosa es aquella que ve una oportunidad en cada día.
¿Dónde están tus sueños? La gente más feliz, exitosa es aquella que ve una oportunidad en cada día. Quiero desafiarte a que te preguntes en qué estás soñando. Como hijos de Dios, debemos aprender a ver a través de los ojos de la fe. ¿Cuáles son tus ojos de la fe? ¿Qué estás viendo? ¿Qué piensas? ¿Qué crees que puedes lograr en esta vida? ¿De qué crees que eres capaz? ¿Qué te dices a ti mismo constantemente? ¿Qué ven tus ojos? ¿Las circunstancias que vives o estás creyendo constantemente por algo más, sin importar lo que hoy te rodea? ¿Lo estás confesando? ¿Qué le dices a la gente que está cerca de ti?
Hoy platicaba con una persona que se fue a vivir a EEUU con un conocido. Me contaba que llegó el momento en que este compañero se quejaba tanto, que de diez palabras, ocho eran negativas. Hasta que llegó al punto que no lo podía escuchar más. Di: “He nacido para ser un campeón”. Hoy le quiero hablar a campeones. ¿Quiénes son los campeones? Aquella gente que tiene fe, visión. Nadie llega a ser un campeón si antes no lo ha creído. El día que a ti te den el trofeo del primer lugar, no te habrás hecho campeón ese día, sino desde el momento que lo concebiste, lo creíste. A Michael Jordan le dijeron que no podía jugar ese deporte, pero ¿qué hizo? El miraba todos los días videos de los profesionales de ese entonces; observaba cómo eran premiados, y los veía una y otra vez. Al punto que cuando fue coronado como mejor jugador, relata que ya había subido esa plataforma varias veces en sus sueños. ¿Qué estaba haciendo? Engendrando. No necesitas ser campeón hasta que obtengas los bienes, la esposa, los hijos, los recursos. Lo que te vengo a decir es que Dios te ha llamado con todo lo que necesitas para ser un campeón. Todos llevamos un campeón dentro. El te trajo aquí con un plan bueno. Dice la Biblia que todos los planes fueron preparados de antemano para nosotros. No vas a traer un hijo para hacerle mal. El deseo de un buen padre es que sus hijos salgan, vuelen, lleguen lejos; el mismo deseo tiene Dios para ti. Jesús dijo: “Mayores cosas harán en mi nombre”.
¿Qué está constantemente en tu mente? ¿De qué te llenas la cabeza todos los días? Dime si hoy hubiera tenido un video tuyo de cómo te levantaste, ¿qué miraría? ¿Qué reacción tuviste cuando sonó el despertador? ¿Cuántos creen que los hechos marcan lo que llevamos dentro? Si pudiera ver a qué hora te levantaste, de qué manera lo hiciste, cuáles fueron tus primeras palabras, con qué entusiasmo te vestiste, cuáles fueron tus conversaciones, créeme que pudiera darte un dictamen muy certero de adónde puedes llegar, porque nada lo podemos realizar si antes no lo concebimos dentro. Te desafío a que no importa lo que hayas estado pensando hasta el día de ayer, Dios hoy quiere que salgas convencido que El tiene algo especial para ti en esta vida. Vengo a decirte que nada es imposible para el que cree, que tus ojos deben estar puestos en lo alto, que una persona puede hacer la diferencia. Tú puedes ser ese agente de cambio en tu casa, en la empresa, en la nación.
¿Cuántos conocen la vida de Gandhi? No sé si alguien ha leído su biografía. Fue un hombre que sacó a la India de la esclavitud con Inglaterra, sin pelea, sin armas, sin violencia. Su liderazgo fue tan grande que cuando murió, salen tomas de su entierro donde había millones de personas. Fue tanto el liderazgo, que el mismo pueblo inglés le hizo un homenaje. Vieron que ese hombre era algo tan impresionante, que el mismo enemigo lo honró. ¡Cuánto más tú que tienes el Espíritu de Dios! Todas las cosas que tú puedes lograr las debes de creer primero. Esto viene desde el inicio en Génesis. ¿Qué hizo Dios para hacerle creer a Abraham que sería padre de multitudes? Lo hizo imaginar. Le dijo: “Tú vas a ser padre de multitudes. Cuenta las estrellas, las puedes ver, así será tu descendencia”. ¿Qué le dio? Una visión. Sabes algo, la mente que posees tiene la capacidad de imaginar cosas ilimitadas. El Espíritu Santo no tiene límite. Tú puedes decir: “Hay cosas tan grandes que no creo que las puedo realizar”. Esa voz interna es la que debes aprender a vencer. Si tú eres el primero en ponerte obstáculos, tengo que decirte que no lo vas a lograr. La Palabra de Dios es para locos. Si te pones a estudiar la Biblia, hay muchas cosas que no las vas a entender. No puedes comprender la sabiduría de Dios, pero puedes creer su Palabra. ¿Cuántos están dispuestos a creer que Dios tiene grandes cosas para nosotros?
En mi vida personal en el deporte, desde niño aprendí a creer. Cuando tenía tres años, veía las carreras de motos, los brincos, miraba mucho y quería correr motos. Tanto así que le pedí moto a mis padres y nunca me la daban. Fue tanta la insistencia, que mi hermano, teniendo 13 años, le acababan de regalar una pistola de gas, la cual decidió cambiar por una moto “cincuentilla” que tenía un vecino. ¿Saben para quién? Para mí. Yo creí por una moto. Dios tiene su manera de hacer las cosas y no necesariamente es la que tú crees. ¿Cuántos creen que, en este mismo momento, si estás dispuesto a creer y no dudar y a ser una persona de ánimo, Dios puede hacer un milagro en tu vida? Tienes que aprender a ser una persona que viva del favor de Dios. Levantarte cada mañana diciendo: “Este es el día que tú has hecho y en él me gozaré; el bien y la misericordia me seguirán todos los días; declaro que tú estarás conmigo; que el negocio que quiero me lo darás, que cada decisión que tome tú estarás conmigo”. ¿Qué actitud tienes? ¿Cómo preparas tu día? ¿Cómo sales a la calle? ¿Sales positivo, sonriendo, cargado del poder de Dios, expectante? Vas a obtener en esta vida lo que tú esperes. Si tú esperas dos, dos vas a recibir; si esperas cuatro, cuatro vas a recibir, porque estás creyendo por eso.
Todas las cosas las vas a obtener no por tu talento, sino porque tienes a tu Padre que está en los cielos. Tienes a un padre que no tiene recursos limitados. Tiene todo, tú eres hijo del Dios que creó este universo. Ve su grandeza, el sol, los cielos, todo lo que El ha hecho y es tu padre, hizo todo. Sus recursos son ilimitados, te ama con su corazón. ¿Crees que para El hay cosa difícil de quererte dar? Tienes que aprender a provocarlo. Hoy puede ser el día que tu negocio crezca exponencialmente. No le pidas al Señor así: “Si tan sólo me dieras un pequeño aumento, con esto la voy a pasar bien”. Cree por cosas grandes, anímate, te vengo a desafiar. Si has perdido la esperanza y has dejado tus sueños, retómalos. Los llevabas desde chico, Dios dice: “Créeme con el corazón de un niño”. Si te dicen de niño que yo soy Superman y me ponen la capa, me crees. Para un niño no hay imposibles. Cuando te piden algo, no te preguntan si lo tienes. ¿Crees que un niño está pensando eso? ¿Por qué te limitas a pensar si vas a llegar a fin de mes?
Génesis 15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Génesis 17:4-5 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbres de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será Abraham porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Dios lo primero que hizo con Abraham fue que le dio una visión y le cambió el nombre. Tienes que aprender a verte de una manera distinta. Si tú pintaras tu autorretrato, ¿qué pondrías en ese cuadro? ¿Cómo te ves tú? Tú actúas según como te ves. Si te ves como un campeón, como una persona de éxito o una con gracia, así actuarás. Tú tienes el favor de Dios en tu vida. Puedes salir a la calle a declarar afirmaciones a tu vida. Tienes que tener la expectativa de tener un trato especial, si eres hijo del Altísimo.
¿Cuántos van a rechazar todo pensamiento de escasez? Cuando venga uno de estos pensamientos, debes reprenderlo en el nombre de Jesús. El se hizo pobre en la cruz para que nosotros nos enriqueciéramos. Nunca pienses que la gente que está alrededor tuyo no te quiere, cree que te quieren y hasta te van a ayudar. Yo cuando empecé a correr motos, tuve la moto que te conté durante algunos años. Después de algunos años, la moto ya estaba inservible. Me pasé un año sin moto. A los once años, me dieron mi primera moto. Ese día metí la moto a mi cuarto y dormí con ella. La limpiaba, miraba el manual y la quería ir a arrancar esa misma noche, no dormí. Eran las cuatro de la mañana y yo abría los ojos para ver si ahí estaba la moto. Ese año tuve la oportunidad que me dieran permiso de correr motocross. Ese día que fui a la pista, estaba el que era campeón en ese tiempo. Yo estaba sentado viéndolo, y dije: “Yo voy a ser Herberth Lantan 2”. No sé ni por qué lo dije, ellos se reían de mí. Yo empecé a correr motocross a los once años y gané el campeonato; a los trece, gané el campeonato centroamericano. A los catorce, el campeonato nacional; fui campeón latinoamericano a los quince años. Cuando estábamos en el partidero, nunca hubieran creído que yo era el campeón. Pero lo fui campeón desde ese primer día que entré en la pista, lo creí con todo mi corazón y así fue hecho. Tuve el mejor patrocinio en toda la historia del motocross. Recibí salario a los quince años, cinco motos regaladas, camión para transporte. ¿Por qué? Porque lo creí.
¿Por qué estás creyendo esta noche? Hoy estoy a pocas semanas de recibir la casa de mis sueños. Hace años que me casé, llegué a mi casa y no tenía ni para las cortinas. Había ahorrado un poco, pero sólo me alcanzó para el anillo de compromiso, la cama era prestada, no tenía cortinas; pude comprar una refrigeradora y un lavatrastos. Han pasado ocho años y voy a recibir una linda casa que no ha sido por mis fuerzas, sino por el Espíritu Santo. Gracias, Jesús.
La historia relata que había décadas de años que no se había podido romper el récord de la milla, hasta que lo rompió alguien: Roger Banister. Es más, la gente decía que era imposible, que no se podía romper, pero eso no lo detuvo. Después que él lo rompió, en ese mismo año, 336 corredores más lo hicieron. ¿Por qué? ¿Porque pasaron décadas sin romperlo y cuando él lo hizo, los demás pudieron? Se quitaron el obstáculo. ¿Cuál era? La mentalidad. Dios te dice que tienes que romper el molde. Yo te vengo a decir que los días venideros serán los mejores días de tu vida. Te vengo a desafiar a que creas que Dios tiene cosas lindas listas, ya tiene hasta un tiempo, lo único que está esperando es que lo creas apasionadamente. Tú dirás: “¿cómo? No veo ni de qué manera”. Sólo te digo que creas que estás en el tiempo correcto para recibirlo. No hay límites para lo que tú puedes lograr. Yo recuerdo que le decía a mi esposa: “Vamos a tener una casa linda”. Fui a comprar unas revistas y hasta el plano de la casa tenía. No debes tú limitar al Señor, no hay edad, forma, ni manera. Dice la Biblia: “Mis pensamientos no son tus pensamientos, ni mis caminos los tuyos. Sólo debes ser una persona animada, que hable cosas positivas, que cuando entre a un lugar, a una reunión, a un centro comercial, la atmósfera cambie, porque eres coronado de favor, porque Dios está contigo. ¿Por qué vas a creer hoy? ¿Qué vas a confesas que vas a lograr? La Biblia dice que nuestros pensamientos deben ser de lo alto. Cuando lees la Biblia, ésta es victoria, siempre te exhorta a algo.
Marcos 9:23 Jesús le dijo: Si lo puedes creer, al que cree todo le es posible.
¿Qué es todo? ¿Cuánto es todo? Otro versículo dice: “Si vosotros permanecieres en mí, todo lo que le pidieras a mi Padre, El os lo dará.
¿Por qué te limitas? Si Dios te lo quiere dar todo. No seas una persona que me digas: “Pero mire, hermano, yo tengo problemas en el matrimonio, con mis hijos, en mi empresa, con mis amigos”. No importa qué problema tengas, Dios no ve eso, ve tu fe, ve lo que tú confiesas. Porque la única manera que lo vas a agradar es creyéndole.
Si tú eres una persona que hoy ha sido ministrada por esta palabra, y dices “declaro que he vivido una vida negativa, donde me he enfocado en los problemas y no en la meta”, levanta tus manos. Si eres una persona que quiere salir con esa visión impregnada en todo tu ser, en todo tu espíritu, hoy es tu noche.
Di: “Señor, sé que tú tienes el control y aunque esté enfrentando dificultades en mi vida, sé que hoy puede ser el día en que las cosas cambien, en que se vaya mi problema económico, en que se restauren mis relaciones, que los enfermos sanen. Señor, creo en tus milagros y aunque no pueda verlos con estos ojos, tú estarás obrando en mi vida, en este mismo momento y te doy gracias por ello”.
¿Dónde están tus sueños? La gente más feliz, exitosa es aquella que ve una oportunidad en cada día. Quiero desafiarte en esta noche a que te preguntes en qué estás soñando. Como hijos de Dios, debemos aprender a ver a través de los ojos de la fe. ¿Cuáles son tus ojos de la fe? ¿Qué estás viendo? ¿Qué piensas? ¿Qué crees que puedes lograr en esta vida? ¿De qué crees que eres capaz? ¿Qué te dices a ti mismo constantemente? ¿Qué ven tus ojos? ¿Las circunstancias que vives o estás creyendo constantemente por algo más, sin importar lo que hoy te rodea? ¿Lo estás confesando? ¿Qué le dices a la gente que está cerca de ti?
Hoy platicaba con una persona que se fue a vivir a EEUU con un conocido. Me contaba que llegó el momento en que este compañero se quejaba tanto, que de diez palabras, ocho eran negativas. Hasta que llegó al punto que no lo podía escuchar más. Di: “He nacido para ser un campeón”. Hoy le quiero hablar a campeones. ¿Quiénes son los campeones? Aquella gente que tiene fe, visión. Nadie llega a ser un campeón si antes no lo ha creído. El día que a ti te den el trofeo del primer lugar, no te habrás hecho campeón ese día, sino desde el momento que lo concebiste, lo creíste. A Michael Jordan le dijeron que no podía jugar ese deporte, pero ¿qué hizo? El miraba todos los días videos de los profesionales de ese entonces; observaba cómo eran premiados, y los veía una y otra vez. Al punto que cuando fue coronado como mejor jugador, relata que ya había subido esa plataforma varias veces en sus sueños. ¿Qué estaba haciendo? Engendrando. No necesitas ser campeón hasta que obtengas los bienes, la esposa, los hijos, los recursos. Lo que te vengo a decir es que Dios te ha llamado con todo lo que necesitas para ser un campeón. Todos llevamos un campeón dentro. El te trajo aquí con un plan bueno. Dice la Biblia que todos los planes fueron preparados de antemano para nosotros. No vas a traer un hijo para hacerle mal. El deseo de un buen padre es que sus hijos salgan, vuelen, lleguen lejos; el mismo deseo tiene Dios para ti. Jesús dijo: “Mayores cosas harán en mi nombre”.
¿Qué está constantemente en tu mente? ¿De qué te llenas la cabeza todos los días? Dime si hoy hubiera tenido un video tuyo de cómo te levantaste, ¿qué miraría? ¿Qué reacción tuviste cuando sonó el despertador? ¿Cuántos creen que los hechos marcan lo que llevamos dentro? Si pudiera ver a qué hora te levantaste, de qué manera lo hiciste, cuáles fueron tus primeras palabras, con qué entusiasmo te vestiste, cuáles fueron tus conversaciones, créeme que pudiera darte un dictamen muy certero de adónde puedes llegar, porque nada lo podemos realizar si antes no lo concebimos dentro. Te desafío a que no importa lo que hayas estado pensando hasta el día de ayer, Dios hoy quiere que salgas convencido que El tiene algo especial para ti en esta vida. Vengo a decirte que nada es imposible para el que cree, que tus ojos deben estar puestos en lo alto, que una persona puede hacer la diferencia. Tú puedes ser ese agente de cambio en tu casa, en la empresa, en la nación.
¿Cuántos conocen la vida de Gandhi? No sé si alguien ha leído su biografía. Fue un hombre que sacó a la India de la esclavitud con Inglaterra, sin pelea, sin armas, sin violencia. Su liderazgo fue tan grande que cuando murió, salen tomas de su entierro donde había millones de personas. Fue tanto el liderazgo, que el mismo pueblo inglés le hizo un homenaje. Vieron que ese hombre era algo tan impresionante, que el mismo enemigo lo honró. ¡Cuánto más tú que tienes el Espíritu de Dios! Todas las cosas que tú puedes lograr las debes de creer primero. Esto viene desde el inicio en Génesis. ¿Qué hizo Dios para hacerle creer a Abraham que sería padre de multitudes? Lo hizo imaginar. Le dijo: “Tú vas a ser padre de multitudes. Cuenta las estrellas, las puedes ver, así será tu descendencia”. ¿Qué le dio? Una visión. Sabes algo, la mente que posees tiene la capacidad de imaginar cosas ilimitadas. El Espíritu Santo no tiene límite. Tú puedes decir: “Hay cosas tan grandes que no creo que las puedo realizar”. Esa voz interna es la que debes aprender a vencer. Si tú eres el primero en ponerte obstáculos, tengo que decirte que no lo vas a lograr. La Palabra de Dios es para locos. Si te pones a estudiar la Biblia, hay muchas cosas que no las vas a entender. No puedes comprender la sabiduría de Dios, pero puedes creer su Palabra. ¿Cuántos están dispuestos a creer que Dios tiene grandes cosas para nosotros?
En mi vida personal en el deporte, desde niño aprendí a creer. Cuando tenía tres años, veía las carreras de motos, los brincos, miraba mucho y quería correr motos. Tanto así que le pedí moto a mis padres y nunca me la daban. Fue tanta la insistencia, que mi hermano, teniendo 13 años, le acababan de regalar una pistola de gas, la cual decidió cambiar por una moto “cincuentilla” que tenía un vecino. ¿Saben para quién? Para mí. Yo creí por una moto. Dios tiene su manera de hacer las cosas y no necesariamente es la que tú crees. ¿Cuántos creen que, en este mismo momento, si estás dispuesto a creer y no dudar y a ser una persona de ánimo, Dios puede hacer un milagro en tu vida? Tienes que aprender a ser una persona que viva del favor de Dios. Levantarte cada mañana diciendo: “Este es el día que tú has hecho y en él me gozaré; el bien y la misericordia me seguirán todos los días; declaro que tú estarás conmigo; que el negocio que quiero me lo darás, que cada decisión que tome tú estarás conmigo”. ¿Qué actitud tienes? ¿Cómo preparas tu día? ¿Cómo sales a la calle? ¿Sales positivo, sonriendo, cargado del poder de Dios, expectante? Vas a obtener en esta vida lo que tú esperes. Si tú esperas dos, dos vas a recibir; si esperas cuatro, cuatro vas a recibir, porque estás creyendo por eso.
Todas las cosas las vas a obtener no por tu talento, sino porque tienes a tu Padre que está en los cielos. Tienes a un padre que no tiene recursos limitados. Tiene todo, tú eres hijo del Dios que creó este universo. Ve su grandeza, el sol, los cielos, todo lo que El ha hecho y es tu padre, hizo todo. Sus recursos son ilimitados, te ama con su corazón. ¿Crees que para El hay cosa difícil de quererte dar? Tienes que aprender a provocarlo. Hoy puede ser el día que tu negocio crezca exponencialmente. No le pidas al Señor así: “Si tan sólo me dieras un pequeño aumento, con esto la voy a pasar bien”. Cree por cosas grandes, anímate, te vengo a desafiar. Si has perdido la esperanza y has dejado tus sueños, retómalos. Los llevabas desde chico, Dios dice: “Créeme con el corazón de un niño”. Si te dicen de niño que yo soy Superman y me ponen la capa, me crees. Para un niño no hay imposibles. Cuando te piden algo, no te preguntan si lo tienes. ¿Crees que un niño está pensando eso? ¿Por qué te limitas a pensar si vas a llegar a fin de mes?
Génesis 15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Génesis 17:4-5 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbres de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será Abraham porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Dios lo primero que hizo con Abraham fue que le dio una visión y le cambió el nombre. Tienes que aprender a verte de una manera distinta. Si tú pintaras tu autorretrato, ¿qué pondrías en ese cuadro? ¿Cómo te ves tú? Tú actúas según como te ves. Si te ves como un campeón, como una persona de éxito o una con gracia, así actuarás. Tú tienes el favor de Dios en tu vida. Puedes salir a la calle a declarar afirmaciones a tu vida. Tienes que tener la expectativa de tener un trato especial, si eres hijo del Altísimo.
¿Cuántos van a rechazar todo pensamiento de escasez? Cuando venga uno de estos pensamientos, debes reprenderlo en el nombre de Jesús. El se hizo pobre en la cruz para que nosotros nos enriqueciéramos. Nunca pienses que la gente que está alrededor tuyo no te quiere, cree que te quieren y hasta te van a ayudar. Yo cuando empecé a correr motos, tuve la moto que te conté durante algunos años. Después de algunos años, la moto ya estaba inservible. Me pasé un año sin moto. A los once años, me dieron mi primera moto. Ese día metí la moto a mi cuarto y dormí con ella. La limpiaba, miraba el manual y la quería ir a arrancar esa misma noche, no dormí. Eran las cuatro de la mañana y yo abría los ojos para ver si ahí estaba la moto. Ese año tuve la oportunidad que me dieran permiso de correr motocross. Ese día que fui a la pista, estaba el que era campeón en ese tiempo. Yo estaba sentado viéndolo, y dije: “Yo voy a ser Herberth Lantan 2”. No sé ni por qué lo dije, ellos se reían de mí. Yo empecé a correr motocross a los once años y gané el campeonato; a los trece, gané el campeonato centroamericano. A los catorce, el campeonato nacional; fui campeón latinoamericano a los quince años. Cuando estábamos en el partidero, nunca hubieran creído que yo era el campeón. Pero lo fui campeón desde ese primer día que entré en la pista, lo creí con todo mi corazón y así fue hecho. Tuve el mejor patrocinio en toda la historia del motocross. Recibí salario a los quince años, cinco motos regaladas, camión para transporte. ¿Por qué? Porque lo creí.
¿Por qué estás creyendo esta noche? Hoy estoy a pocas semanas de recibir la casa de mis sueños. Hace años que me casé, llegué a mi casa y no tenía ni para las cortinas. Había ahorrado un poco, pero sólo me alcanzó para el anillo de compromiso, la cama era prestada, no tenía cortinas; pude comprar una refrigeradora y un lavatrastos. Han pasado ocho años y voy a recibir una linda casa que no ha sido por mis fuerzas, sino por el Espíritu Santo. Gracias, Jesús.
La historia relata que había décadas de años que no se había podido romper el récord de la milla, hasta que lo rompió alguien: Roger Banister. Es más, la gente decía que era imposible, que no se podía romper, pero eso no lo detuvo. Después que él lo rompió, en ese mismo año, 336 corredores más lo hicieron. ¿Por qué? ¿Porque pasaron décadas sin romperlo y cuando él lo hizo, los demás pudieron? Se quitaron el obstáculo. ¿Cuál era? La mentalidad. Dios te dice que tienes que romper el molde. Yo te vengo a decir que los días venideros serán los mejores días de tu vida. Te vengo a desafiar a que creas que Dios tiene cosas lindas listas, ya tiene hasta un tiempo
viernes, 24 de diciembre de 2010
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2011 ! ! !
lunes, 15 de noviembre de 2010
Reflexión: Pato o Aguila
PATO o AGUILA? Tú DECIDES!
Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dió la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.
Le alcanzó un cartón plastificado y le dijo: "Yo soy Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión".
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: "Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable".
Rodrigo quedó impactado. Especialmente cuando se dió cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin una mancha.
Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo: "Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado".
Rodrigo bromeando le dijo: "No, preferiría un refresco".
Willy sonrío y dijo: "No hay problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja".
Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: "Tomaré la Cola dietética".
Pasándole su bebida, Willy le dijo: "Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones".
Al comenzar el viaje, Willy le pasó a Rodrigo otro cartón plastificado que decía: "Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio".
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenía el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual sería la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.
"Dime Willy", le preguntó asombrado Rodrigo, "siempre has atendido a tus clientes así?"
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. "No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos años. Mis primeros cinco años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un "Gurú" del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado "Tú lo obtendrás cuando creas en ello". Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá.
El decía: "Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato, se un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo".
"Esto me llegó aquí, en medio de los ojos", dijo Willy. "Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Miré alrededor a los otros taxis y sus choferes, los taxis estaban sucios, los choferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios".
"Se nota que los cambios te han pagado", le dijo Rodrigo.
"Si, seguro que si", le dijo Willy. "Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio".
Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a más de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugerí.
Willy el taxista, tomó una alternativa diferente:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, si eres maestro, un servidor público, político, ejecutivo, empleado o profesional,
¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?
Recuerda: ES TU DECISION Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA
Recibe los 7 dones:
Sabiduría,
Entendimiento,
Ciencia,
Consejo,
Piedad,
Temor de Dios y
Fortaleza...
úsalos para servir a tu comunidad y empieza por tu familia.
Que tus problemas sean menos, tus Bendiciones más y que sólo la Felicidad entre por tu puerta.
El haber leído este correo, que es un correo fuera de lo común, de hecho te abre oportunidades para el mañana. Veamos si funciona...
Suena quizás ridículo, pero sin fe ¿qué seríamos?
Creamos firmemente en algo MUY BUENO.
Ser bondadoso es más importante que tener la razón.
Con FE!!...No preguntes, Dios ha visto tus luchas,
Atentamente
Un pato dispuesto a ser águila...
Que pases un feliz día.
jueves, 7 de octubre de 2010
“Mi respaldo político es Dios”
Jueves, 07 de Octubre del 2010
POR: Jerson Andrés Ortiz Cardozo
Opanoticias
http://www.opanoticias.com/politica/?mi-respaldo-politico-es-dios?_7011
Cristian Zamora es un joven de 25 años que tiene un solo fin en los próximos días: llegar al Concejo de Neiva. Es consciente que el reto es grande pero lo asume porque considera que “la juventud debe tomarse este tipo de espacio para proponer soluciones y no limitarse únicamente a cuestionar”.
Cristian Zamora no es ningún novato en el tema político. Durante 10 años se ha tomado la tarea de liderar las juventudes del departamento. Desde hace cuatro años, por ejemplo, pertenece al Directorio Liberal Juvenil. Esta experiencia le ha permitido conocer de primera mano las diferentes problemáticas que acogen al Huila. Pero quiere empezar desde lo más cercano, el Concejo de Neiva.
“Mi propuesta es clara, quiero desde los jóvenes se creen espacios, escenarios idóneos para plantear soluciones, ideas, estrategias para hacer ciudad por mencionar; quiero que la comunidad entienda que los jóvenes no solo estamos para cuestionar sino para generar alternativas”, dijo.
Abogado de profesión, reconoce que se debe construir desde la comunidad y para eso cuenta con un gran aliado. “Dios es mi respaldo político, él es quien guía mi carrera, que el otro año me permitirá ser Concejal”.
¿Siendo tan joven no le da temor llegar al Concejo?
Para nada. Los jóvenes tenemos la labor de participar en política, porque, aunque suene muletilla, somos el futuro y presente del país; la tenemos clara, el trabajo en colectivo es el secreto. Conmigo hay otros líderes que buscan consolidar la labor desde las comunas como debe ser y no desde una silla o una oficina.
¿Cómo se describe Cristian Zamora?
A alguien que le duele lo del otro; soy una persona soñadora, que quiere hacer historia y que por eso no se deja aplastar ante las adversidades.
¿Su potencial electoral dónde se centra?
En toda Neiva. En las comunidades vamos adelantando un trabajo serio, acorde a las realidades expresadas por los mismos habitantes.
¿Llegar así de buenas a primeras no va a ser fácil…con que respaldo, aparte de la ayuda divina, cuenta?
Soy liberal y cuento con respaldo liberal. El hecho de estar en el directorio liberal juvenil en los últimos años, elegido con las más altas votaciones, me ha permitido hacer buenos contactos. He apoyado al doctor Luís Enrique Dussán, al hoy senador Rodrigo Villalba y por fortuna he recibido la respuesta de ellos. Pero principalmente los jóvenes son la base de este proyecto político.
¿Su mayor objetivo?
Ser Presidente de Colombia
¿No sueña algo descabellado?
Soy soñador y quiero hacer historia.
Cristian Zamora es joven pero tiene sus metas claras. Ocupar una de las 19 plazas del Concejo su fijación a corto plazo. Pero como carrera política quiere apoyar a dos grandes amigos que lo respalda incondicionalmente. Uno de ellos es Juan Carlos Charry y el otro es Carlos Mauricio Iriarte.
“Con el doctor Charry tenemos un propósito de llegar a la Asamblea Departamental para llevar nuestro trabajo más allá de Neiva; es una persona, de los pocos dentro del Concejo, que ha demostrado un gran liderazgo He visto su evolución como concejal y sé de todas sus buenas aptitudes”, sostuvo.
Y la otra persona, Carlos Mauricio Iriarte. “Dios lo tiene como el elegido para regir los destinos del Departamento; es una persona idónea, preparada y cuenta con el respaldo de 130 mil huilenses que depositaron su confianza en las elecciones anteriores”.
Recién comienza el panorama de cara a las elecciones regionales del año entrante.
lunes, 4 de octubre de 2010
TODO LO QUE ES IMPOSIBLE PARA EL HOMBRE, ES POSIBLE PARA DIOS.
Todo es posible al que cree y honra al Señor, obedece Sus instrucciones con humildad e intercede por otros para que reciban su milagro.
Durante mi vida Cristiana he visto muchos milagros de parte de Dios. Todos me impresionan porque son manifestaciones del poder del Señor. Jeremías 33:6 promete que Dios nos trae sanidad, medicina, paz y verdad. Por eso me impacta saber sobre personas que se niegan a tomar medicina aunque la Palabra dice que es una revelación del Señor. Si conoces alguien que no cree en la medicina, ¡muéstrale estos versículos!
Mateo 8:1-4 cuenta el milagro de sanidad de un leproso que se postró ante Jesús que deseaba sanarlo y luego le dio instrucciones de ir al templo para ser purificado. Para recibir un milagro debemos acercarnos con humildad porque Santiago 4:6 asegura que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Así que debes presentarte ante Él con respeto, como una persona necesitada que sabe de Su amor y deseo de ayudarnos. No puedes acercarte ante Su presencia con arrogancia y prepotencia, como algunos que dicen: “Iré a la iglesia, a ver si funciona”.
Nunca olvidemos que el mismo Jesús padeció en la cruz para darnos sanidad, tal como dice 1 Pedro 2:24 e Isaías 53:4 que también nos recuerda sobre los dolores que surgen por el abatimiento del espíritu. La voluntad de Dios es que seamos sanos del alma y del cuerpo. Abandónate en Sus manos para que te de salud y restauración.
Cuando recibes sanidad, debes escuchar las instrucciones que el Señor te da. Renueva tu vida y aléjate de lo que te enferma, ya sea comida, estilo de vida o amistades. De lo contrario, corres el riesgo de enfermar de nuevo. El proceso para recibir tu milagro es: preséntate con humildad, cree que Dios sí quiere sanarte y obedece Sus instrucciones.
Mateo 8:5-10 cuenta el milagro de sanidad que recibió el siervo del centurión. Éste demostró tanta fe que Jesús dijo”De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe”. Por lo que el criado fue sanado en el momento. En las cruzadas vemos gente que llega con ropa de otros para que oremos por ellos. Al principio sentía extraño imponer manos sobre “algo” y no sobre “alguien” pero luego, al escuchar los testimonios, me di cuenta que la distancia no tiene relación con lo que Dios quiere obrar en Sus hijos. Interceder por alguien también es bueno a los ojos del Señor que corresponde a esa clase de oración. Sé libre para pedir por quien necesita, como lo hizo el centurión.
También es importante reconocer autoridad y honrar como el centurión lo hizo al asegurar a Jesús que solamente era necesario que Él dijera la Palabra. Dios quiere usarnos para obrar en otros y nos da poder para hacerlo. Solamente debemos creer y usarlo.
Mateo 8:14-15 relata que la suegra de Pedro tenía fiebre y Jesús la sanó. Entonces, ella de inmediato se puso a servirles. Esa es una actitud que debemos imitar porque luego de cualquier milagro debe haber servicio. Dile al Señor que estás agradecido por lo que te ha dado y estás dispuesto a servirle. Él quiere que lo hagas.
Atrévete a proclamar sanidad para tu cuerpo y para quien lo necesite. La sanidad es una orden que se da con autoridad. Eres un ungido y debes estar convencido que el Señor desea usarte para sanar a otros. Practica la Palabra de fe y cree que será hecho conforme a tu mandato porque todo es posible para el que cree.
martes, 21 de septiembre de 2010
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud
Hoy en día es difícil ser joven, pero más difícil aun es ser viejo. Y si ser viejo es complicado, ¡cuanto más lo es si se tiene un profundo sentir de frustración en el alma!
Así es; muchos ancianos se encuentran hoy en día postrados en sus camas pensando en cosas como:“¿Por qué nunca lo hice?”; “Si volviera atrás”; “Si volviera a ser joven otra vez…”
Cuando somos jóvenes, la vida nos pasa tan rápido que no nos detenemos en reflexionar en una cosa: Algún día se van a acabar nuestras fuerzas.
Sí, ya no seremos los mismos. Si a nosotros nos place, vamos de aquí para allá, corremos, saltamos, etc. Pero llegará el día en que esas actividades que son de lo más común para nosotros, llegarán a ser gradualmente dificultosas hasta llegar a ser imposibles de realizar.
Por lo tanto, nos conviene preocuparnos de llegar a una buena vejez, y el momento de preocuparse es ahora mismo. Y no estamos hablando de la parte física en este caso, sino de la parte anímica y espiritual.
Conviene hacernos algunas preguntas como:
¿Estaré satisfecho de mi vida y en especial de mi juventud cuando sea viejo?
¿Podré contarle logros importantes que hice en mi juventud a mis nietos cuando sea viejo?
¿Tendré deseos de volver a cambiar mi pasado cuando sea viejo?
Joven, tú que estás leyendo estas líneas ¿Cuáles han sido tus respuestas a estas preguntas? ¿Puedes imaginarte el momento en que tus piernas ya no respondan? ¿O cuando tus ojos ya no puedan ver? Todos vamos para allá…
Sin embargo cuando se llega a esta etapa con una vida bien aprovechada, la conciencia está tranquila y el anciano puede reposar tranquilamente en su lecho y decir: “Mi vida valió la pena”.
Ahora si de aprovechar la vida se trata, no existe otra forma más excelente que usarla para el servicio a Dios. Muchos tienen el pensamiento de que “Cuando sea viejo voy a ser cristiano…” ¡Incluso yo lo tenía! Pero no sabía de lo que me perdía.
En el mundo se cree que las cosas de Dios son aburridas, que si un joven activa en su congregación y le sirve a Dios, prácticamente se está perdiendo la vida… pero si de eso se trata, preguntémosle a los ancianos su opinión… Muchos viejos pastores que entregaron su juventud en manos del diablo ahora se lamentan por no haber servido a Dios desde antes.
El gran problema es este: Los ancianos pastores, predicadores y otros ministros de avanzada edad tienen todo el deseo de poder ir y llevar el Evangelio de Cristo a todas las naciones, a todo el mundo, hasta lo último de la tierra… Pero sus fuerzas no le dan para ello. Tienen el deseo de predicar con potencia, pero de su boca ya no salen palabras entendibles ni audibles. Tienen el deseo de viajar, hacer misiones, subir cerros, montañas… pero sólo pueden ir hasta donde sus sillas de ruedas los puedan llevar.
El anciano quiere hacer todas estas cosas ¡y sufre porque nunca las hizo! Ya es demasiado tarde para ellos… ¡pero no para ti!
¡Joven! Ahora es tiempo de levantarse y aprovechar el tiempo porque es corto. No esperemos a estar postrados en una silla de ruedas para poder anhelar hacer la obra Dios… no esperemos cuando seamos viejos, ya que incluso puede que la muerte no nos permita llegar hasta esa etapa siquiera.
Mi deseo es que cuando seas anciano y no tengas fuerzas para hacer lo que quieras, tus pensamientos sean agradables y tengas buenos recuerdos de una juventud entregada a la causa de Cristo.
He aquí el texto bíblico del cual he basado este escrito:
Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han
llegado los tiempos difíciles; ya vendrán años en que digas: "No me
trae ningún placer vivirlos." Hazlo ahora, cuando aún no se apaga la
luz del sol, de la luna y de las estrellas, y cuando aún hay nubes
después de la lluvia. Llegará un día en que tiemblen los guardianes
del palacio y se doblen los valientes; quedarán tan pocas molineras,
que dejarán de moler; las que miran por las ventanas, comenzarán
a perder la vista.
Cuando llegue ese día, se cerrarán las puertas que dan a la calle; el ruido del molino se irá apagando; las aves dejarán oír su canto, pero las canciones dejarán de oírse; la altura causará miedo, y en el camino habrá peligros.
El almendro comenzará a florecer, la langosta resultará una carga
y la alcaparra no servirá para nada.
Pues el hombre va a su hogar eterno, y en la calle se escucha ya
a los que lloran su muerte.
Acuérdate de tu Creador ahora que aún no se ha roto el cordón de
plata ni se ha hecho pedazos la olla de oro; ahora que aún no se ha
roto el cántaro a la orilla de la fuente ni se ha hecho pedazos la
polea del pozo.
Después de eso el polvo volverá a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.
(Eclesiastés 12:1-7)
Una verdadera obra de arte literaria, en donde la vejez y la muerte se muestran de una forma poética notable, describiendo la forma en como nuestro cuerpo ya va a dejar de cumplir con sus funciones paulatinamente hasta que “el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”.
Joven, acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento…. Espero que sirvas a Dios ahora y cuando lleguen esos años digas: ¡Si tengo en ellos mucho contentamiento!
martes, 14 de septiembre de 2010
¿A usted le resulta fácil ser juez de los demás?
(Estudio en Mateo 7:1-6)
1.- Versículo para Memorizar
"No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes. Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes." (Mateo 7:1, 2).
2.- Enseñanza Bíblica:
Los cristianos debemos evaluarnos. ¿Acaso nos convertimos en jueces? ¡Qué lugar ocupa la crítica en nuestra existencia y de qué manera afecta nuestras relaciones interpersonales? Si revisáramos este tema en nuestras vidas y aplicáramos cambios, sin duda mejoraría nuestra relación con Dios, con nosotros y con los demás.
2.1.- Llamados a la misericordia, no a juzgar (versículos 1, 2).
Una conocida historia refiere a un militar nazi en la dura época en la que los alemanes persiguieron a los judíos. Aquél hombre era inflexible. Como ayudador de los organismos militares, señalaba a los demás como autores de crímenes y acciones ilegales tan solo para procurar justificación en sus muertes. Sin embargo, la historia cambio cuando aquél oficial—pasados algunos años y tras el derrocamiento ario—terminó siendo juzgado por crímenes y él mismo se vio ante la realidad de una muerte inminente. Reconoció que le había resultado muy fácil ser juez, aún sabiendo que estaba obrando injustamente (Cf. Lucas 6:37, 38).
Los cristianos no estamos llamados a juzgar sino a expresar misericordia. Dios, nuestro supremo Creador, pudo condenarnos por siempre y aplicar a nuestra existencia todo el peso de su ira; sin embargo, por amor a nosotros, trajo perdón en la obra redentora del Señor Jesucristo. Él enseñó a sus discípulos y también a nosotros hoy: "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido"(versículos 1, 2). Aunque nuestro Padre celestial podía juzgarnos, por amor no lo hizo (Cf. Hebreos 4: 12). Solamente Él tiene la prerrogativa de ser juez, sin embargo en su infinita misericordia no lo hace porque conoce qué hay dentro del corazón del ser humano (1 Samuel 16:7).
Ahora bien, lo que no perdemos es el privilegio de escoger entre lo bueno y lo malo. En tal caso, si se requiere que hagamos un sano juzgamiento para no inclinarnos hacia la maldad (Apocalipsis 3:18).
Resulta interesante que haya quienes se quejan de lo duros que son los demás con ellos, pero en su comportamiento no expresan el más mínimo asomo de misericordia. Por el contrario, sin insensibles (Cf. Marcos 4:24; Lucas 6:38; Mateo 18:23-35). Si usted condena el hecho de que le ofendan, debe estar dispuesto y además, presto a perdonar al ofensor. No olvide que podemos ser misericordiosos para con el ofensor sin por ello dejar de reconocer el mal como tal, expresado en actitudes.
2.2.- ¿Acaso no cometemos errores?
¿No ha pensado que curiosamente nos resulta más fácil encontrar errores en los demás que reconocer los nuestros? Si nos proponemos descubrir las fallas de los demás, los hallaremos por montones, pero y nosotros; ¿acaso no fallamos? La respuesta es sencilla: cuando se trata de los demás, podemos juzgar, pero no nos gusta que nos juzguen. Ironías pero a la vez injusticias de nuestra concepción de la vida.
En las Escrituras leemos que el Señor Jesucristo enseñó: "¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano." (versículos 3-5. Cf. Lucas 6:41)
La palabra paja proviene del griego kárfos que se refiere a una pizca o astillita de madera, muy pequeña y que pese a ser diminuta, puede resultar muy incómoda en el globo ocular. En el contexto de lo que dijo el amado Maestro, paja no es otra cosa que una falta menor, que juzgamos duramente y desestimamos los enormes errores que cometemos, que es el contraste que se hace con viga del griego dokós, que traduce tronco o tablón de madera utilizado para la construcción de una casa.
Ofrecernos a ayudar a otro con una "crítica constructiva" para ayudarle a cambiar, no es otra cosa que una manifestación de hipocresía. Actuar así es testimoniar nuestra intolerancia. En otras escenas del Evangelio, hallamos este tipo de comportamientos (Juan 8:3-11; Lucas 7:36-39; Gálatas 6:1).
2.3.- Ocúpese en lo esencial (versículo 6).
Para avanzar hacia el final de esta Lección, resulta edificante leer lo que enseñó el Maestro cuando dijo: "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen." (Versículo 6).
Nuestra prioridad no es enredarnos en los esquemas que traza el mundo, de señalar a los demás, de no perdonar, de autojustificarse y de moverse alrededor de la antigua ley del Talión: "Ojo por ojo, diente por diente". En cuanto al término perlas tiene fundamento en el griego margarit"s que en nuestro medio traduce margaritas para referirse a piedrecitas muy pequeñas que, por su tamaño, podían confundirse con los granos utilizados en la alimentación de los cerdos.
3.- Preguntas para reflexionar:
a.- ¿Qué enseña el Señor Jesucristo acerca de juzgar a los demás?
b.- ¿Cuál ha sido la disposición de Dios hacia usted y yo pese a que por nuestros pecados merecemos ser juzgados con la máxima inflexibilidad posible?
c.- ¿Estamos llamados los cristianos a juzgar? Si no es así, ¿por qué?
d.- ¿El determinar si algo es bueno o malo no es a la vez juzgar?¿No es correcto que lo hagamos?
e.- ¿De qué manera nos confronta la actitud dura y señaladora que asumimos con los demás, frente a la misericordia que esperamos cuando cometemos un error?
f.- ¿Qué nos enseñan los siguientes pasajes Marcos 4:24; Lucas 6:38 y Mateo 18:23-35 acerca de la misericordia?
g.- ¿Qué diferencia encontramos entre paja y viga y qué quería expresar el Señor Jesús al referirse a estos dos objetos?
miércoles, 18 de agosto de 2010
Las Promesas de Dios
Recuerdo cuando era un niño y mi papá me avisaba que al día siguiente iríamos a pescar, cazar o algún otro tipo de aventura. Durante toda la noche anterior me costaba conciliar el sueño porque imaginaba las grandes cosas que haríamos al día siguiente. Mi papá era un hombre de palabra, y al escuchar su promesa, yo sabía, sin duda, que él iba a cumplir con lo que me había dicho.
Una promesa de parte de alguien confiable lleva en sí el poder para transformar la mente y la actitud de una persona, y encender la llama de esperanza donde antes existía solamente depresión, temor y preocupación. Podría tratarse de una promesa por un nuevo trabajo, un mejor sueldo, una nueva casa, o el galardón por un trabajo bien hecho. Sin embargo, una promesa solamente tiene valor, si quien promete es una persona íntegra. La promesa de un mentiroso es como el viento que llega y desaparece.
En el universo no existe nadie más confiable que Dios. Desde el principio, Dios ha hecho sus obras a través de sus palabras, y ha declarado que su palabra es eterna y no puede fallar. Por su palabra, Dios creó el universo, el mundo y todo lo que en él hay. La Biblia declara que la Palabra de Dios es lo que sustenta todo lo que existe (Hebreos 1:3).
A lo largo de la historia, Dios ha hecho promesas al hombre con el propósito de ayudarle en su vida. Las promesas siempre se componen de dos partes: una condición y un resultado, el que depende del cumplimiento de la condición.
La primera promesa en la Biblia tuvo que ver con las instrucciones que Dios entregó a Adán cuando le dijo, “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). Adán y Eva no obedecieron la condición estipulada por Dios, y sufrieron las consecuencias.
La Palabra de Dios Tiene Poder
Es importante que sepamos que cuando Dios habla, sus palabras llevan en sí poder. El declara, “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir... así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:10-11). Entonces, podemos concluir que la Palabra de Dios representa su poder, su forma de cumplir con sus propósitos en la tierra.
Cuando Noé salió del arca después del diluvio, Dios habló con él y le hizo una declaración. No fue una promesa que contuviera una condición; sin embargo nos muestra la inmutabilidad de la Palabra de Dios. “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche” (Génesis 8:22). Esta declaración es tan cierta, que todos los seres humanos en el mundo planifican sus vidas según la realidad de estas palabras. El día y la noche, el frío y el calor, el verano y el invierno, y la sementera y la siega son verdades que existen porque Dios los estableció por su Palabra. Es su Palabra la que sostiene estas verdades. Si nosotros tenemos la confianza necesaria para planificar nuestras vidas sobre estas palabras, ¿por qué nos falta la confianza para hacer lo mismo con las otras palabras de Dios?
Cuando el ángel Gabriel llevó su mensaje a María acerca del nacimiento de Jesús, dijo algo importante que debemos tomar en cuenta. Después del anuncio a María y de compartirle el milagro que ya había vivido Elisabet, Gabriel declaró, “porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Seguramente, todos están de acuerdo en esta aseveración, pero en el griego el significado es aún más interesante. Donde dice, “porque nada hay...” en el griego existe la palabra ‘rhema,’ que significa ‘palabra.’ Se puede traducir así; “Ninguna palabra de Dios es imposible.” En otras palabras, ninguna palabra de Dios se encuentra sin el poder para cumplirse.
María hizo la confesión indicada al escuchar una revelación tan importante. “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). El pueblo de Dios debe tener la misma actitud. En lugar de dudar que Dios esté dispuesto o capaz de cumplir con sus promesas, debemos afirmar la obra de la Palabra en nuestras vidas. Su Palabra hará lo que El quiere (Isaías 55:11) si nos ponemos de acuerdo con ella.
El Poder De Una Promesa de Dios
Una buena definición de una promesa podría ser: Una promesa de Dios es una declaración de parte de El que lleva en sí el poder para cumplirse, siempre y cuando las condiciones se cumplan.
Al pasar tiempo estudiando las escrituras es fácil encontrar muchísimas promesas hechas por Dios. Existen promesas en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, promesas que tocan cada área de la vida. Los pactos, o compromisos que Dios ha hecho con el hombre a lo largo de los siglos., se basan en promesas.
Cuando Dios escogió a Abram (Abraham) para ser su hombre de pacto, El le hizo promesas que todavía tienen poder hoy en día. “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición... y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). La nación de Israel y la raza judía es el resultado de esta promesa, y los propósitos de Dios no han cambiado con los siglos. A través de esta promesa salió del linaje de Abraham un salvador, Jesucristo, cuyo propósito fue bendecir a todas las familias de la tierra. De hecho, Pablo declaró que, “si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29). La promesa que Dios hizo hace miles de años sigue vigente, y la bendición de la promesa está disponible para quienes viven por fe. ¡Cuán importante es tener conocimiento de las promesas de Dios!
También, bajo el pacto de la ley podemos encontrar las promesas que Dios hizo para bendecir a su pueblo. Por supuesto, existían condiciones que ellos tenían que cumplir para recibir el beneficio de la promesa. Por ejemplo, en Deuteronomio 28, Dios declara, “si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy (Condiciones), también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones...” (Resultado) (Deuteronomio 28:1-2). Así trabaja Dios con su pueblo.
Un Mejor Pacto
Cuando hablamos de los pactos es necesario que entendamos que Dios ha hecho pactos a través de la historia para el beneficio del hombre. Por medio de Jesucristo, Dios hizo su último pacto, el más poderoso de todos. “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo (Jesús), cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 8:6).
Cuando construimos un edificio, lo primero que tenemos que poner es el cimiento. Es el cimiento el que da fuerza y permanencia al edificio. Construimos un edificio sobre el cimiento. Podemos vivir tranquilos en el edificio, pues no se moverá porque tiene un cimiento sólido. Sin un buen cimiento, el edificio podría caer fácilmente. En el mundo espiritual existe un mejor pacto (contrato), establecido (construido) sobre promesas. Son las promesas las que dan fuerza, poder y autoridad al pacto. Sin las promesas, el pacto está vacío. Todo lo que Dios hace en el mundo lo hace a través de sus promesas. Lo que Dios quiere hacer en tu vida lo hará por sus promesas. Sus deseos para ti dependen de tu conocimiento de las promesas que Dios te ha dado.
Un buen ejemplo es la promesa de salvación que existe bajo el Nuevo Pacto. Dios declara a través de Pablo, “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).
Ahora, veamos el poder de la promesa. Si crees en el corazón, y confiesas con la boca que Jesús es el Señor, ¿está Dios obligado a salvarte? ¿Es posible que Dios te pueda decir, “No, no te voy a salvar a pesar de tu fe y tu confesión?” Por supuesto la respuesta es, “No.” Cuando se cumple con las condiciones, Dios está OBLIGADO a cumplir con su parte. ¡Realmente, la salvación es NADA MAS que fe en una promesa! Todos los creyentes en el mundo están basando sus vidas en la promesa de salvación y nada mas. Ciertamente, nuestra fe en la promesa desata la gracia de Dios en la vida, y todo el poder que la acompaña. Sin embargo, el resultado proviene de la fe en la promesa y en la convicción de que quien promete no mienta. Dios estableció su pacto sobre tales promesas.
Las Promesas Siguen Vigentes
Las promesas representan la manera que Dios usa para establecer su voluntad en el mundo. Nuestra ignorancia o pasividad en cuanto a las promesas de Dios puede determinar la calidad de nuestra vida.
En 2 Corintios 1:20, encontramos una declaración sorprendente. “Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” En otras palabras, cada promesa que Dios ha hecho al hombre durante la historia sigue vigente, y está disponible para quien la tome. Existen promesas inferiores bajo el Antiguo Pacto, y promesas superiores bajo el Nuevo. Pero todas son en él Sí y Amén.
Es como el chófer de un taxi que siempre encuentra los semáforos con luz verde y nunca tiene que parar, porque la luz siempre está verde cuando él pasa en su auto. Así es nuestro Dios. Todo lo bueno que él ha prometido al hombre está disponible para el creyente. Pero las condiciones se tienen que cumplir. La frase, “por medio de nosotros,” significa que somos nosotros quienes determinamos si recibimos el beneficio de la promesa o no.
Por ejemplo, en la promesa de salvación que ya hemos visto, depende del hombre si va a creer y confesar que Jesús es el Señor. Al creer y confesar la promesa, ésta se activa y se cumple. Pero depende del hombre. Dios quiere salvar a todos, pero no todos desatan el poder de la promesa.
Ahora, veamos la importancia que Dios da a sus promesas. “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegáseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:3-4). Déjenme ponerlo en términos más entendibles:
1.Todo lo que necesitamos para vivir nos ha sido dado. Ya está disponible.
2.Ahora depende de nuestro conocimiento de Dios y sus principios.
3.Su gloria y excelencia nos han dado promesas.
4.Para que por ellas participemos en la vida de Dios...
5.... y huyamos de la corrupción que existe en el mundo.
Cuando dice, “para que por ellas,” Dios declara claramente que la forma que El ha elegido para que nosotros participemos en la vida abundante, y que tengamos protección del mundo contaminado, es a través de sus promesas. Es LA manera que Dios ha escogido.
Si no vives por las promesas de Dios, no estás viviendo la vida que Dios tiene para ti. Estás solamente ‘sobreviviendo.’ Dios quiere cumplir sus propósitos y su voluntad en tu vida, pero solamente lo va hacer por sus promesas. Si eres ignorante de las promesas, o pasivo en cuanto a ellas, jamás disfrutarás de los beneficios y bendiciones que buscas.
Una Promesa Es Una Semilla
Una promesa de Dios representa lo que El quiere hacer en tu vida. El poder para cumplir la promesa se encuentra en la misma palabra de la promesa, como el poder para que crezca una manzana se encuentra en la semilla de la manzana. Mientras uno no siembra la semilla, no verá el fruto que potencialmente existe dentro. El poder para que brote un manzano, está dentro de la semilla. Es siempre “Si y Amén.” Simplemente requiere que sea sembrada en la tierra.
Así funcionan las promesas de Dios también. El poder para ser salvo se encuentra en la palabra de Dios sobre la salvación. Cualquiera que la escucha y la recibe puede creer, confesar y ser salvo. El poder para recibir la sanidad se encuentra en las promesas que el Señor ha hecho sobre la sanidad. Cualquiera que las escucha y las crea puede ser sano. “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Nuestra fe y nuestra confesión (declaración) desata el poder de la promesa y la promesa comienza cumplirse.
Dios nos ha dado promesas que cubren cada área de la vida. No existe ninguna circunstancia ni ningún tema sin una promesa que se pueda desatar para experimentar la voluntad de Dios en lugar de “la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:3-4).
Para vivir la vida abundante que Jesús nos prometió (Juan 10:10), es necesario activar las promesas en cada área de la vida. Muchos activan la promesa de la salvación pero nunca desatan el poder de las otras promesas. El perdón de los pecados es solamente una de las mejores promesas que existen en el Nuevo Pacto. Hay promesas para recibir el poder del Espíritu Santo, salud, ayuda espiritual; hay promesas de oración, de sabiduría, de fe, para la soledad, para el temor, promesas de autoridad sobre el diablo, promesas para la familia, el trabajo, los recursos, la protección, etc. Y es solamente a través de las promesas que podemos participar de la naturaleza divina de Dios. Eso es la vida abundante.
¿Cómo podemos activar las promesas de Dios?
1.Llena tu mente y tu corazón con una visión de la promesa ya cumplida
Medita en la promesa día y noche hasta que sea real en tu corazón (Josué 1:8).
Mantén los ojos en la promesa y no en las circunstancias (2 Corintios 4:18).
2.Proclama la promesa en voz alta constantemente.
Declara que ya es tuya (2 Corintios 4:13, Proverbios 18:20-21)
3.Actúa y habla como si fuera la verdad (Santiago 1:23-25)
4.Nunca dudes del poder de la promesa de Dios
Decide que vas a recibir lo que Dios dice (Santiago 1:6-8)
5.No dejes de creer, hablar y actuar hasta que haya llegado la manifestación..
No te rindes nunca (Hebreos 6:12)
Sigue haciendo la voluntad de Dios (Hebreos 10:35-36)
Cuando uno capta el potencial que existe en las promesas de Dios, y entiende que todo se puede desatar por fe, la vida cristiana se transforma de una rutina religiosa y aburrida en una aventura de fe, victoria y triunfo. Las circunstancias negativas no representan nuestro destino, sino que son obstáculos temporales que tienen que rendirse frente al poder de la Palabra de Dios a través de sus promesas. El creyente llega a ser el canal que Dios utiliza para realizar su voluntad en la tierra.
¡Levántate ahora! Busca las promesas de Dios y úsalas como herramientas divinas para construir tu vida.
“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recbísteis la palabra (promesa) de Dios que oísteis de nosotros, la recibísteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” (1 Tesalonicenses 2:13)
jueves, 12 de agosto de 2010
Oración de Jabes
Hace poco leí un librito llamado “La Oración de Jabes”. Se trata de la oración de un hombre mencionado en un solo pasaje de la Biblia, I Crónicas 4:9,10, en medio de largas genealogías de las tribus de Israel. ¿Por qué llama tanta atención esta oración? Porque Dios le concedió lo que pidió. Este hecho motivó al autor del libro a hacer suya esta oración TODOS LOS DIAS DE SU VIDA. Ahora testifica que Dios ha hecho lo mismo para él que hizo para Jabes.
Vamos a verlo en la traducción de la Biblia de las Americas:
“Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo:
¡Oh, si en verdad me bendijeras,
ensancharas mi territorio,
y tu mano estuviera conmigo
y me guardaras del mal
para que no me causara dolor!”
Es una magnífica oración para cualquiera que cree que Dios es el Padre bueno que da buenas cosas a Sus hijos (Mateo 7:11). Tiene cierta semejanza con “El Padre Nuestro” que Jesús enseñó a Sus discípulos, otra oración modelo que es buena para cada día. De hecho, hay muchas oraciones en la Biblia que traerían muchísimas bendiciones a nuestras vidas si las hiciéramos regularmente. “No tenéis, porque no pedís” (Stgo. 4:2).
Me gustaría hacer mis propios comentarios sobre esta oración. “Oh, que me bendijeras en verdad…” El Padre ya nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Ef. 1:3). Estas bendiciones datan desde el momento de creer y estar en Cristo (I Cor. 1:30) e incluyen:
la elección para ser santos,
la predestinación para ser hijos,
la gracia impartida,
la redención y el perdón por la sangre de Cristo,
el conocimiento del misterio de Su voluntad de reunir todas las cosas en Cristo,
la herencia y el sello del Espíritu Santo que garantiza nuestra redención final (Ef. 1:4-14).
Estas son las bendiciones que tenemos ya, no debemos seguirlas pidiendo. Pero hay otras bendiciones que necesitamos pedir para recibir y seguir pidiendo día tras día. Pablo pidió éstas por los efesios (1:15-21 y 3:15-20), los filipenses (1:9-11), los colosenses (1:9-12) y los tesalonicenses (3:12,13). Estas son las bendiciones espirituales que necesitamos:
• Espíritu de sabiduría y revelación en un mejor conocimiento de Dios
• Certeza de nuestra esperanza, de Su herencia en nosotros y Su gran poder para con nosotros
• Fortalecimiento en el hombre interior por Su Espíritu
• Establecimiento en el amor para conocer Su amor por nosotros
• Llenura de toda la plenitud de Dios
• Abundancia en ciencia y conocimiento para aprobar lo mejor
• Llenura de frutos de justicia para la gloria de Dios
• Llenura del conocimiento de Su voluntad en sabiduría e inteligencia espiritual
• Un andar digno del Señor, agradándole, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios
• Fortalecimiento con Su poder para paciencia y longanimidad
• Crecimiento y abundancia en amor
• Firmeza en la santidad para la venida de Jesucristo
Todos necesitamos bendiciones espirituales y materiales. Bendiciones son aquellas cosas que vienen del Buen Padre que hace el bien para Sus hijos. El quiere que pidamos, busquemos y llamemos para que sepamos que en realidad dependemos totalmente de Su cuidado, ayuda y gracia en esta vida. Oración es dependencia, es la fe en acción. La actitud de uno que pide bendiciones es de dependencia y no de independencia, así vivmos o andamos por la fe y no la vista (II Cor. 5:7).
¿Quieres las bendiciones de Dios? Pídelas. No presumas que El vaya a hacer lo que nos ha mostrado que debemos pedir con perseverancia. Jabes pidió las bendiciones verdaderas, o sea claras demostraciones de que Dios está escuchando y contestando la oración. Por esto a mí me gusta añadir lo que necesito hoy: “Que me bendijeras con tu paz en las muchas tensiones de mi horario para hoy; con meditaciones ricas de tu Palabra durante el día; y con la oración continua que me anima y motiva tanto…” ¿Cuáles bendiciones necesitas tú “hoy”? Pídelas. Dios será tan específico contigo como tú eres con El.
“… que ensancharas mi territorio” es la petición de un agricultor que quería más lugar para sembrar o pastar sus animales. Para un hombre de negocios sería “más clientes”. Para un doctor, “más pacientes”. Para una ama de casa, “más amigas”. Para todo cristiano sería bueno orar así para “más oportunidades de evangelizar, enseñar o servir.” Más territorio implica más trabajo, así que no pidas esto si no tienes la disposición de explotar el terreno nuevo a lo máximo. Eliseo pidió la doble porción del espíritu de Elías, su mentor. Recibió lo que pidió: el doble de milagros pero también el doble de vida, trabajo y sufrimiento.
¿Por qué quieres más? ¡Cuidado! Dios no va a contestar esta petición si es para un mal propósito. “Que aumentes mis oportunidades para que te pueda servir mejor, agradarte más y glorificarte en verdad” es la clase de petición que Dios quiere. Si es para gastar en tus propios placeres no te lo va a dar, porque sería para tu mal, no tu bien (Stgo. 4:1-3). Si quieres más para administrarlo como un buen mayordomo de Dios, no hay límites a lo que puedes pedir. Pero el corazón es engañoso (Jer.17:9). Puedes engañar a otros y hasta a ti mismo pero nunca a Dios. Así que tengamos fe pero no tengamos presunciones escondidas en esta petición por más territorio.
“Y que tu mano estuviera conmigo” es la petición de la presencia y poder de Dios en nuestra vida. Esa llenura del Espíritu Santo “sobre” nosotros nos hace valientes y audaces sin ser arrogantes y vanidosos. El “exito” verdadero no se mide en pesos o posesiones sino en resultados buenos en las vidas de los que servimos. Esto es cierto en el área de negocios y proyectos o sencillamente en la forma en que uno trabaja en su profesión o vocación. Es ciertísimo en cualquier servicio espiritual cuando los dones de Dios se emplean para el bien del Cuerpo de Cristo. En todo lo que hacemos, si lo hacemos en el Nombre del Señor Jesucristo y para la gloria de Dios, necesitamos “la mano del Señor” con nosotros. Siempre cuando el Antiguo Testamento menciona alguna obra grande del Señor, lo logró con “Su mano levantada” o “Su brazo extendido”. Dios interviene en nuestros asuntos para el bien cuando se lo pedimos.
Otra vez, algo personal. Me gusta pedir que Su mano esté conmigo “en la plática que voy a dar o el estudio que voy a dirigir o la visita que voy a hacer.” Debemos empapar cada acto del día con esta petición para que Dios sea nuestro Ayudador. Pablo se atrevió a decir que colaboraba con Dios, y cuando habló de los éxitos en su ministerio siempre decía “lo que Dios había hecho con nosotros”. ¿Qué tienes que hacer hoy que necesita “la mano de Dios” contigo? Espero que digas: “Todo lo que voy a hacer necesita Su poder” porque así es en realidad. Pide Su mano contigo para todo.
“Y que me guardaras del mal” es una petición muy necesaria porque vivimos en un mundo lleno de males porque el Maligno está sembrando la maldad en todas partes. Es casi imposible no ver, oír o sentir el mal en un día normal. David cantó muchas veces en sus oraciones "Guárdame de mis enemigos.” Cristo nos enseñó lo mismo. Pero cuántas veces no pedimos Su protección ni nos ponemos la armadura de Dios (Ef. 6:10-18) antes de salir al mundo lleno de peligros y enemigos. No es raro que haya tantos tropezones, caídas y faltas para confesar luego. El que no cree que vivimos en un mundo malo no entenderá por qué Cristo oró “Guárdalos del Maligno” (Juan 17:15).
Cuántos cristianos, sobreconfiados en su propio poder para vencer a Satanás, han caído en sus trampas porque no pidieron la protección divina. ¿Cuándo somos tentados? ¿Cuándo nos ataca el enemigo? ¿Hace citas el diablo para pelear? Un enemigo ataca cuándo y dónde no estamos preparados. El león rugiente busca a quién devorar. Los que han orado sinceramente pidiendo la protección de Dios son guardados de él. Jabes no quería sufrir “dolor”. (Su nombre viene de la raíz “dolor”. Tal vez muchas veces él había sufrido dolor, o a lo mejor su madre le puso ese nombre por el dolor que le causó cuando nació.) El mal causa dolor tan seguramente como un bebé causa dolor al nacer. El pecado es una siembra de cosecha dolorosa más adelante. Debemos pedir la protección de Dios constantemente.
Ahora bien, me pareció a mí que yo sería un tonto si no pidiera estas mismas cosas todas las mañanas en mi tiempo devocional y durante el día. Si no las pido, las pierdo. Si las pido, las recibo. Es la ley de la oración en Mateo 7:7-11. En Juan 16:24 Jesús dijo: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi Nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo”. No seamos los tontos que no piden. Pidamos estas cosas con perseverancia.
P.D. Puedes recortar el versículo y pegarlo en tu espejo para formar el hábito diario desde temprano de pedir lo que Dios quiere hacer para ti.
sábado, 7 de agosto de 2010
QUIEN ES EL NUEVO PRESIDENTE ELECTO DE COLOMBIA
Juan Manuel Santos Calderón (nacido en Bogotá D. C. el 10 de agosto de 1951) es un político, periodista, economista colombiano y actual Presidente electo de Colombia. Tras desempeñarse como periodista, incursionó a la política haciéndose miembro del Partido Liberal Colombiano, fue ministro de Comercio Exterior durante el gobierno de César Gaviria, más tarde hizo parte del gobierno del conservador Andrés Pastrana Arango en el que se desempeñó como Ministro de Hacienda. Después de consolidarse el gobierno de Álvaro Uribe en la presidencia tras su llegada en el 2002, Santos dejó el partido liberal y fue uno de los creadores del Partido de la U, fue nombrado Ministro de Defensa de Colombia durante el gobierno Uribe desde julio de 2006 hasta mayo de 2009.
Santos jurará hoy 7 de agosto de 2010 como Presidente de Colombia para el período 2010 - 2014.
Vida personal
Familia
Hace parte de la históricamente influyente familia Santos, su abuelo fue el periodista Enrique Santos Montejo "Calibán" y el hermano de éste fue el ex presidente Eduardo Santos Montejo, quien fuera dueño del diario El Tiempo. Asimismo, es primo en primer grado (primos hermanos) por parte paterna y materna del Vicepresidente de Colombia, Francisco Santos Calderón.
Estudios
Juan Manuel Santos estudió Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Kansas, Estados Unidos. Luego obtuvo el grado de Máster en Economía y Desarrollo Económico de London School of Economics y el Máster en Administración Pública de Harvard University.
También recibió becas de la Fundación Fulbright en el Fletcher School of Law and Diplomacy de Universidad Tufts, y de la Fundación Nieman para el Periodismo en Universidad Harvard. Le ha sido otorgado un doctorado Honoris Causa en Leyes.
Vida política
Recién obtenido su título universitario, Santos ingresó a la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (1972) y durante nueve años la representó ante la Organización Internacional del Café en Londres. En 1981 regresa al país y asume como subdirector de El Tiempo, posicionándose como uno de los miembros más influyentes de su generación en la familia Santos.
Juan Manuel Santos fue designado Ministro de Comercio Exterior durante el mandato de César Gaviria en 1991, recién creada esta oficina; en 1993 es elegido por el Senado como Designado a la Presidencia de la República, siendo la última persona en ocupar tal cargo, pues un año después fue sustituido por la Vicepresidencia de la República. Entre 1995 y 1997 hizo parte del triunvirato que dirigió al Partido Liberal Colombiano, retirándose para presentar su pre candidatura a la Presidencia, si bien estas intenciones no llegan a concretarse. En 2000 es designado Ministro de Hacienda y Crédito Público, durante el final del mandato de Andrés Pastrana.
Pese a mantenerse al interior del Partido Liberal durante su Congreso Nacional de 2003, en 2004 se retira y decide respaldar el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, organizando a finales de 2005 el Partido de la U, como intento de aglutinar a todas las fuerzas del uribismo. Santos deja la dirección de este partido (que compartía con el senador Óscar Iván Zuluaga) al ser reelecto Uribe y lograr la U la mayor bancada del Senado. En julio de 2006, antes de tomar posesión por segunda vez, Uribe nombra a Santos Ministro de Defensa Nacional.
Ministro de Defensa (2006-2009)
Bajo su ministerio las Fuerzas Militares y la Policía Nacional con la participación activa de agencias estadounidenses de seguridad.3 han dado los golpes más certeros a las FARC tal es el caso de la muerte de alias el "Negro Acacio", alias "Martín Caballero", alias Raúl Reyes en la Operación Fénix la desmovilización de alias "Karina" y la liberación de la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, tres estadounidenses y once militares y policías secuestrados en la llamada Operación Jaque.
Obras publicadas
En 1999 presentó su libro La Tercera Vía: una alternativa para Colombia, en el que contó con la colaboración del entonces primer ministro británico Tony Blair. En 2009 publicó Jaque al Terror: los años horribles de las FARC (Planeta, 2009), obra en la que describe, a manera de crónica, los duros golpes asestados a esa organización guerrillera durante los casi tres años en que estuvo al frente del Ministerio de Defensa. Este libro fue prologado por el escritor e intelectual mexicano Carlos Fuentes.
martes, 3 de agosto de 2010
¿Que es un encuentro con Jesus?
Un encuentro con Jesús . . . es algo que todos necesitamos, sea que solo hayamos oído hablar de Él desde lejos, sea que ya lo conocemos ó que hemos caminado hace muchos años a su lado: no hay nada más especial que encontrarnos con nuestro Señor, nuestro Hacedor, nuestro Salvador, nuestro Sanador, nuestro Proveedor y nuestro Fiel Amigo. Como Él no hay otro y no importa en que punto de nuestra vida nos encontramos, Jesús tiene algo sumamente especial que mostrarnos durante ese fin de semana de encuentro.
Todos tenemos cargas viejas en nuestras vidas. A veces ni estamos conscientes de ellas. Se han escondido en algún rincón de nuestro ser y solo en los momentos menos esperados y deseados se hacen sentir. No nos dejan progresar en las relaciones con nuestros seres queridos, en nuestra vida profesional, en nuestra vida de fe, en todas las demas áreas de nuestra vida.
Pero esto no tiene por que terminar así: Jesús nos trajo libertad cuando se entregó por nosotros en la cruz, pero la tenemos que recibir de su mano y de esto se trata el Encuentro Con Jesús. ¡Ven y recibe lo que Jesús tiene específicamente para ti!
martes, 27 de julio de 2010
Antes de leer la Palabra de Dios
Dios Padre: envíame tu Santo Espíritu para que abra mis ojos, mis oídos,
mi mente y mi corazón a fin de que lea y escuche tu Palabra y pueda
comprenderla, asimilarla y hacerla vida. Fortalece mi fe en Ti y en tu Palabra
para que te conozca mejor y te ame más y ella me guíe por el camino del bien. Te lo pido por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
mi mente y mi corazón a fin de que lea y escuche tu Palabra y pueda
comprenderla, asimilarla y hacerla vida. Fortalece mi fe en Ti y en tu Palabra
para que te conozca mejor y te ame más y ella me guíe por el camino del bien. Te lo pido por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados…»
Jesús habla a los que ocupan el primer lugar en su corazón y en su preocupación: los pequeños o humildes, los pobres, los que sufren, los hambrientos, los enfermos o desgraciados... todos los que están rendidos y agobiados. Les pide que se acerquen a Él y les promete alivio.
Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana".
Comentario
a) Es muy breve el evangelio de hoy, pero rico en contenido y consolador por demás. Jesús nos invita, a los que podemos sentirnos «cansados y agobiados» en la vida, a acercarnos a él: «venid a mi».
Nos invita también a aceptar su yugo, que es llevadero y suave. Los doctores de la ley solían cargar fardos pesados en los hombros de los creyentes. Jesús, el Maestro verdadero, no. El nos asegura que su «carga es ligera», y que en él «encontraremos descanso».
b) No es que el estilo de vida de Jesús no sea exigente. Lo hemos leído muchas veces en el evangelio y lo experimentamos en la vida. Su programa incluye renuncias y nos pide cargar con la cruz.
Pero, a la vez, él nos promete su ayuda. Cargamos con la cruz, si, pero en su compañía «Yo os aliviaré». Como el Cireneo le ayudó a él a llevar la cruz camino del Calvario, él nos ayuda a nosotros a superar nuestras luchas y dificultades. Cuando nos sentimos «cansados y agobiados», cosa que nos pasa a todos alguna vez, recordemos la palabra alentadora del Señor, que conoce muy bien lo difícil que es nuestro camino.
Así mismo, deberíamos aprender la lección para nuestras relaciones con los demás.Para que no nos parezcamos a los sabios legalistas que agobian a los demás con sus normas y exigencias, sino a Jesús, que invita a ser fieles, pero se muestra comprensivo con las caídas y debilidades de sus seguidores, siempre dispuesto a ayudar y perdonar. No quiere que nos sintamos movidos por el temor de los esclavos, sino por el amor de los hijos y la alegría de los voluntarios.
sábado, 10 de julio de 2010
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Este pasaje bíblico de 2 Corintios 5:17 contiene tres ideas poderosas en reflexión para nuestra vida.
La Primera
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es.
Es un hecho y no una fantasía que si estamos en Cristo, somos nuevas criaturas. Este texto no dice que estando en Cristo desearemos ser nuevas criaturas o que debemos serlo, simplemente da por hecho que lo somos. Por lo tanto, es un atributo que tenemos al estar en Cristo. Si tú que estás en Cristo, eres una nueva criatura.
La Segunda
Las cosas viejas pasaron.
La Biblia es muy clara: Las cosas viejas forman parte del pasado, no de tu presente en Cristo, ya no están, no existen, se quedaron atrás.
La mayor parte de las veces nos aferramos a cosas de nuestro pasado (cosas viejas), y es increíble sentir y ver como ellas -creencias, actitudes, prácticas y experiencias - siguen formando parte de nuestro presente en el Señor.
Paradójicamente, se nos presenta la siguiente situación:
Deseamos cosas nuevas en nuestra vida, pero nos cuesta desechar las viejas que tanto daño nos hacen. Muchas veces nos encontramos siendo el mejor aliado de ellas, reteniéndolas con celo para no dejarlas pasar. Sabemos que son un obstáculo para que nuestra vida se convierta en algo nuevo; pero a la vez, no podemos vivir sin ellas. Esta contradicción, no nos permite avanzar.
Frente a esta realidad que se hace cada día evidente, la pregunta a responder sería la siguiente:
Si estamos verdaderamente en Cristo y somos una nueva criatura como lo dice la Escritura; entonces, ¿Por qué continuamos permitiendo que los pensamientos, actitudes, prácticas y experiencias del pasado sigan viviendo en nuestro presente? ¿Por qué realmente no las dejamos ir?
La Tercera
He aquí todas son hechas nuevas.
1. Todas (las cosas): La Biblia nos dice que TODAS las cosas serán hechas nuevas; no ALGUNAS. En consecuencia, no habrá nada en tu vida - estando en Cristo - que sea o vaya a ser igual.
2. Son Hechas: Este proceso no se logra por arte de magia. El término “Hechas” significa que hay que trabajarlas para que se conviertan en nuevas. Unas tomarán más tiempo y otras menos, pero lo cierto es que habrá un trabajo que hacer para que se logre la transformación de algo viejo en nuevo. Este es un trabajo conjunto entre Dios y tú. No es algo que Cristo haga de forma independiente porque se trata de tu vida, y el protagonista de esta historia llamada vida ERES TU.
3. Nuevas: Algo nuevo significa que es diferente, no era como antes, tiene propiedades distintas a las anteriores. En algo nuevo, no hay cosas viejas. Por lo tanto, estando en Cristo, cualquier cosa que él haga, será diferente a la anterior.
Habiendo reflexionado con respecto a este texto bíblico, solo nos queda hacernos la siguiente pregunta:
¿Estás permitiendo que las cosas viejas se conviertan en un obstáculo que le dificulta al Señor trabajar en ti y convertirte en la nueva criatura que la Palabra dice que eres? ¿Qué te impide dejarlas?
En Cristo tenemos una vida nueva donde las cosas del pasado ya no tienen cabida; por lo tanto, deja ir esos pensamientos, actitudes, prácticas contrarias a la Palabra de Dios y experiencias negativas que impiden que seas verdaderamente la nueva persona que Cristo quiere hacer de ti. Ellas deben ser parte de tu pasado.
Recuerda
Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)
domingo, 4 de julio de 2010
ANULANDO LAS MALAS COSECHAS
La ley de siembra y cosecha es universal y esta vigente.
Mientras la tierra permanezca, no cesará la sementera y la siega (Génesis 8:22).
Esto incluye malas siembras porque TODO lo que el hombre sembrare eso también segará (Gálatas 5:7).
Recién comencé mi tiempo de compañerismo con El ésta mañana pregunté en oración al Espíritu Santo: ¿Como puedo anular lo que SEMBRÉ MAL?. Y finalizando la media mañana vino y me habló a mi espíritu y me dijo como.
Él, le enseñó a David a anular la mala cosecha que estaba recogiendo por una mala siembra, pues sembró mal haciendo un censo incitado por Satanás y estaba cosechando gran mortandad en el pueblo. Y David estaba angustiado y ARREPENTIDO pero no sabía como detener esa cosecha de muerte. Pero el Señor le envió instrucción por boca del profeta Gad y le dijo que en la era de Arauna levantará un altar y elevara una ofrenda; y así lo hizo David, levantó un altar e hizo allí una ofrenda, y fue allí donde declaró: "porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste." 1 Crónicas 21:24; y esa ofrenda hizo que SE DETUVIERA LA COSECHA DE MALDAD.
Esto es lo que tu tienes que hacer: Si sabes que hiciste una siembra mala y estas viendo una mala cosecha y la angustia ha venido a tu corazón preguntándote ¿cómo anulo esa mala siembra pues estoy recogiendo una terrible cosecha?
Esta es la ruta Bíblica:
1) Arrepentimiento verdadero
2) Restitución
3) Una ofrenda en el altar
DIOS ES BUENO
MOISÉS Y AARÓN: después de la rebelión de Core, el pueblo se quejó de Dios y vino mortandad (Números 16:41-48).
Se encendió la ira de Dios y Moisés envió con incensario a Aarón e hizo expiación y cesó la mortandad.
JACOB: de igual manera sus hijos habían asesinado a los violadores de Dina hija de Jacob y dijo Dios a Jacob: "Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz un ALTAR a Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú" (Génesis 35:1 - de paso es allí en ese mismo lugar que en Génesis 28 se registra como Jacob cambió su cosecha de engaño por venir, en una bendición con un voto de ofrenda). Dios le dice que hacer para ser protegidos: ?UN ALTAR" y el terror de Dios cayó sobre los enemigos y anuló la mala siembra de muerte que sus hijos habían sembrado.
Esta enseñanza del Espíritu abrió mis ojos a una verdad liberadora, y como es mi deber anunciarte TODO lo que El Espíritu me enseñe y mi corazón además está ardiendo por compartirte esta tremenda bendición, me apresuré hoy a hacértelo saber a tí.
Oro para que el Señor anule las malas cosechas de todos los que con un verdadero arrepentimiento de las malas siembras, hacen una ofrenda en el altar, para que tengan a partir de hoy tiempos de cosechas de bendición para sus vidas, familias y ministerios.
lunes, 28 de junio de 2010
Fe para el momento, fe para el proceso
La vida es un proceso y la fe debe acompañarte siempre. Confía en el Señor que ya está obrando en tu vida.
La Biblia dice que todo le es posible al que cree y yo enseño sobre la fe porque creer es lo que mejor hago. Ahora aprenderemos que hay fe para diferentes cosas y problemas. Hay para cosas inmediatas como la sanidad que necesitas para sobrevivir un cáncer que supuestamente te matará en tres meses y también hay fe para el proceso de levantar una empresa que debe durar toda la vida. Debemos tener fe para comer hoy como para conseguir el trabajo que nos proveerá el sustento a partir de este momento. No es lo mismo tener fe para predicar Palabra de conocimiento y profecía en media hora que para graduarse de la universidad. Necesitamos fe para lo inmediato y eventual pero es más importante tenerla para continuar un proceso y verlo terminado. Un empresario necesita que la fe e ayude a sacar su negocio adelante todos los día, le ayude a vender, pagar gastos y tener utilidades. Necesitamos fe para enfrentar procesos. Los milagros suceden en un momento pero si la fe no es constante, ese milagro puede irse tan rápido como llegó. El Señor puede bendecirte con un buen negocio que sea el inicio de tu prosperidad futura, así como puede romper una maldición generacional pero los resultados tal vez no se vean inmediatamente y tu fe debe sostenerte hasta que el proceso culmine, aunque sean tus hijos o nietos quienes finalmente se beneficien de tu constancia.
Fe porque somos valiosos
Mateo 6:26-30 nos hace ver nuestro valor ante los ojos de Dios: Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Dios hace de acuerdo a tu fe, así lo dijo Jesús: “conforme a tu fe te sea hecho”. Aunque te cueste creerlo, el Señor también habla de la fe para comer y para vestirte porque todo, desde lo más elemental hasta lo más sobrenatural requiere confianza en Él. Nuestro Padre dice que podemos vestir mejor que la hierba del campo y así es. Nuestra presentación personal siempre debe reflejar el gran valor que tenemos como hijos de Dios.
Mi madre me decía: “remendado pero limpio”, es decir que no necesitamos trajes caros para vernos bien pero siempre debemos vestirnos dignamente y demostrar nuestra autoestima a los demás. Ningún cristiano debe salir despeinado, sucio o mal vestido de su casa porque ese descuido refleja un grave problema interno. Uno de los miembros de Casa de Dios fue afectado por la tormenta Ágatha y su fábrica literalmente se hundió en la tierra. Cuando le llamé para platicar con él, me sorprendió verlo tan optimista. Se presentó en mi oficina bien vestido, arreglado y hablando de cómo estaba empezando de nuevo porque el Señor ya le había demostrado que con fe todo se puede lograr. Me dijo: “hace 10 años vine a la iglesia, entré a un seminario para empresarios y Dios me ayudó a abrir mi fábrica. Ahora tengo 60 familias que dependen de mí y me levantaré para salir adelante. Acabo de ir al hoyo donde se hundió mi fábrica a despedirme del pasado, llamé a mi esposa y le dije que no llegara porque no había nada de nada. Lo único que pude rescatar fueron mis tarjetas de presentación pero sé que es suficiente para empezar de nuevo porque el Señor no me abandonará”. Es impresionante cómo Dios ahora le está proveyendo para comprar sus nuevas máquinas. Su fe capaz de enfrentar procesos era evidente desde que lo vi parado en la puerta ya que no vino quejoso pidiendo que orara por él. Jesucristo dice que Dios hará mucho más por ti y debes ser Su digno representante haciendo evidente tu fe.
Hay una relación directa entre la vida de fe y el valor que creemos tener. Esta pregunta: “¿no valéis más que ellas?” en el original dice: “¿no son más dignos ustedes que ellas?” Dignidad, valor y estima son palabras claves para nosotros. Jesucristo derramó Su sangre para perdonarnos, ese fue el precio que se pagó por nuestra salvación así que somos muy valiosos porque merecimos ser comprados por la preciosa sangre sin mancha del Hijo de Dios. En economía se dice que el precio refleja el valor, así que debes convencerte que eres lo más valioso que existe porque la paga por ti fue aquello que vale más que nada en el mundo.
Solamente puedes orar y pedir cuando demuestras que tu fe vale porque tú eres valioso ante los ojos de Dios. Solamente quien se cree merecedor de mucho es capaz de acercarse al trono del Rey y pedirle lo que sabe que le pertenece. Tus oraciones son del tamaño de tu fe. Si crees que puedes pedir algo tipo A, Dios te lo dará, así como si crees que puede pedir algo tipo B o C. Lo mejor es pedir algo AAA porque lo mereces. Tu vida de fe evidencia cuánto vales ante los ojos de tu Padre Celestial. No pienses cautivar la atención del Señor provocando lástima porque esa estrategia puede servirte para engañar a tu familia, a tus amigos o tus compañeros de trabajo pero no para engañar a Dios que sabe el valor que te ha dado. Esa actitud “pobrecito yo” es una condición del alma que no te llevará a nada bueno.
Aprende a valorarte para poder valorar a otros y demostrar que eres hijo de Dios, nacido de nuevo por el Espíritu Santo. Recuerda que Jesús no vino a fundar iglesias ni religiones sino a darnos esperanza. Él es el dador de la fe y demanda que demostremos tenerla en cada proceso de nuestra vida.
Fe que influye los sentimientos y pensamientos
Mateo 8:25-26 relata lo que sucedió en medio de la tormenta: Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Este pasaje nos habla del temor que dominó a los discípulos y les impidió ejercer su fe. No permitamos que las emociones y sentimientos anulen nuestra confianza. Tener miedo frente a una tormenta en natural pero no cuando Jesús está en el barco contigo. Los sentimientos son producto de tu estado de fe. Si crees, te sientes seguro, ves un buen futuro, tienes la esperanza de que todo será bueno y sientes el valor que solo el Espíritu Santo puede darte. Cuando no crees, ves un mal futuro y te deprimes porque predices que te irá mal. La enfermedad asusta pero la falta de fe mata. La crisis intimida pero la falta de fe deprime. Al contrario, la fe nos levanta.
Mateo 16:8 habla sobre la fe que influye los pensamientos: Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?
En este pasaje Jesús cuestiona sus pensamientos negativos. La fe debe influir positivamente en nuestros pensamientos así como en nuestros sentimientos y en nuestra autoestima. En hebreos dice: “y por fe entendemos”. Nota que nuestro Señor habla en presente al decir: ”piensan que no tienen”, lo que significa que el hombre de poca fe piensa en presente cuando debería pensar que siempre tendrá en el futuro. El presente se convierte rápidamente en pasado, lo que leíste hace unos segundo ya pasó y lo único que queda es lo que leerás. Para los hombres de fe solamente existe el futuro. Antes de lamentarte por lo que te falta, recuerda quién eres y todo lo que el Señor tiene prometido para tu vida. Las personas de fe no piensan en lo que no tienen sino en lo que nunca les hará falta porque Dios siempre estará con ellos.
Mateo 14:27-31 relata ese momento cuando los sentidos influyeron en la fe de Pedro: Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
El ambiente estaba en penumbra y los discípulos no lo reconocieron pero luego, cuando ya sabían que era Él, Pedro se dejó influenciar por lo que la tormenta le decía a sus sentidos y dudó. La fe debe influir en los sentimientos, pensamientos y sentidos. Debes poner la mirada en Jesús aunque alrededor se desate la tormenta. Él no te dejará caer si le demuestras que tienes fe en Su presencia. Cualquiera se asusta por una tormenta pero no si el Señor está sobre las aguas y te llama a Su lado.
Pedro ejerció fe para lo inmediato y no fue suficiente porque igual de rápido comenzó a hundirse. Si tu fe es de momentos y no de procesos, podrías perder el milagro que recibiste tan rápido como vino. Muchas personas que reciben sanidad y luego vuelven a enfermar dicen que no fue el Señor quien las salvó pero lo que realmente les falló fue la fe para ver más allá del momento. La duda puede llevarse aquello que la fe te dio.
Para evitarlo, debes hacer de la fe un estilo de vida constante.
Deja de afanarte por lo que no tienes. Si te preocupas porque este mes no hubo salario, demuestras que vives por lo material y no por fe. Debes reforzar tu confianza para sentirte tranquilo ya que aún tienes la fe que te sostendrá y te proveerá aún en los momentos difíciles. Comprende que la fe es un estilo de vida, no un momento de milagros. Pedro necesitó fe para vivir el milagro de caminar sobre el agua pero también la necesitó para continuar y no lo logró. Puedes dar un paso de fe y sorprenderte, pero perderlo en menos de 24 horas. No vivas de instantes o momentos fugaces como Pedro, esa no es la fe que se aplica a los extensos procesos de la vida. Puedes recibir el milagro de que tu esposo vuelva a casa pero si no demuestras fe y continúas tratándolo mal, seguramente se irá de nuevo, así que debes demostrar tu fe en un comportamiento diferente, amoroso, lleno de estima y valor. No puedes salir de todos tus problemas pactando con Dios en instantes. Una mujer estéril puede recibir el milagro de concebir y tener un hijo pero su fe debe ser constante porque la necesitará también para educarlo y hacerlo un hombre de bien. Tu fe no puede ser fugaz, créele al Señor siempre.
Fe a pesar de las evidencias contrarias
Romanos 4:17-22 habla sobre la fe de Abraham: (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia.
Abraham demostró tener fe en ese difícil proceso de engendrar un hijo casi al final de su vida. Creyó a pesar de la duda de todos. En otra versión de la Biblia dice que cuando ya no había esperanza tuvo fe para tener esperanza. Su milagro era realmente difícil de creer, no había antecedente de algo parecido, nada podía asegurarle que era posible, su fe lo sostuvo hasta el final. Tal vez nuestro problema actual es que podemos leer los testimonios en la Biblia y sentimos que no somos dignos como esos hombres, pero el Señor nos dice que sí es posible. Abraham no tenía un CD de Noches de Gloria y no podía escuchar Palabra en un programa de televisión, solamente estaba conectado con el Señor y creyó. No des por perdida tu esperanza. Si crees que Dios hará el milagro, no importa qué piensen tus amigos, esposa o hijos, para Dios es suficiente que tú le creas.
Dios ya obró en tu vida
Génesis 17:5-6 cuenta la promesa de Dios para Abraham:Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
Lo primero que el Señor hizo fue cambiarle de nombre por uno que significa “padre de multitudes”. Aún faltaban muchos años para que naciera el hijo de Abraham pero la promesa ya estaba dicha. De nuevo debemos meditar en los verbos que nos revelan algo muy poderoso. Dios no dijo “te pondré por padre de muchedumbre”, sino que dijo “te he puesto”. El verbo está en presente porque para Él la promesa ya estaba cumplida, la Palabra ya estaba hecha porque cuando Él promete debemos tener la seguridad de que ya obró, aunque todavía no lo veamos realizado. En otras palabras, Dios habla del futuro en pasado porque ya todo fue hecho. Para decirle a Abraham su futuro le habló en pasado. Es como tener un “dejavú” que nos hace sentir que lo que estamos viviendo ya había sucedido antes. Por esa razón la Biblia dice: “por Su llaga fuimos curados”.
El libro de Apocalipsis dice: “y el Cordero de Dios que fue inmolado antes de la fundación del mundo”. Esto quiere decir que cuando Jesús llegó a la cruz, para Dios esto ya había ocurrido. Fe es tener la convicción de que Dios ya vio tu futuro de bien y lo verás cumplido. Yo puedo ver que ya prediqué en el nuevo templo, muchas familias ya se convirtieron y hay milagros que ya sucedieron allí. Eso es hablar en fe. Lo que Dios hará contigo ya pasó y es grandioso. El Señor ya te bendijo más allá de lo que puedes pensar y sentir. Dale gracias por lo que hizo en tu vida y créele con todo el corazón que serás capaz de alcanzar ese futuro de paz y prosperidad que ya te ha dado.
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