lunes, 27 de enero de 2014


SER LLAMADO "HIJO DE DIOS" 



En 1917, el rey Jorge V de Inglaterra instituyó un título honorífico para los civiles y militares, que no pertenecían a la familia real. Se trataba de un reconocimiento para todos aquellos que hicieron algo significativo para Gran Bretaña, ya sea dentro del campo de la ciencia, artes, política, deportes o literatura . A lo largo de los años han sido mucho los ingleses condecorados con esta orden dándoles el título de “Sir” (abreviatura de señor en inglés británico) 

Estas son algunas de las personas que han recibido esta condecoración: el científico Isaac Newton, el actor y comediante Charles Chaplin, el cineasta Alfred Hitchcock, la actriz Judi Dench, el político y escritor Winston Churchill, el entrenador de futbol Alex Ferguson entre otros. Sin duda alguna hemos escuchado estos nombres en repetidas oportunidades. 

En Inglaterra no muchos pueden presumir de haber sido condecorados con este título. Los que sí lo fueron, tienen el privilegio de que sus nombres aparezcan en los libros de la corte suprema de este país y la gente los admira y reconoce, pues han colocado en alto el nombre de su nación. 
Curiosamente sucede algo similar en el Reino de Dios. 

1 Juan 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios. 
“Hijos de Dios”, para ser nombrados de esta manera y pertenecer a la familia del reino de Dios, no tuvimos que hacer nada, Jesús hizo todo lo que se debía hacer en la cruz del calvario, para que todo aquel que lo acepte como Señor y Salvador forme parte de su Reino. Ahora, el hecho de ser algo gratuito no le resta importancia, en realidad este título de "hijos de Dios" era tan imposible de alcanzar que solamente lo podíamos obtener a modo de regalo. 

Contrario a otros títulos que son ostentados para denotar una posición superior en comparación a otros, este debe ser en nosotros un recordatorio de la misericordia de Dios en nuestras vidas. Que sin buscarlo Él fue quien nos encontró, nos salvó, nos restauró y nos prepara para ver la Gloria de su Reino. 
1 Pedro 2:9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 
No existe ningún otro título que sea dado a los hombres que pueda infundir un cambio tan profundo en una vida. Que sea completo, eterno, gratuito y todo hecho por alguien más y no por uno mismo, es definitivamente un título incomparable. 

Es verdad que ser hijo de Dios no nos libra de la aflicción, pero si es un recordatorio de que Jesús no nos ha dejado y siempre nos sustentará con la diestra de la justicia de su amor. 

Cuidemos con honor y responsabilidad el título que nos fue dado. 

Hoy es una preciosa oportunidad para reflexionar sobre todo lo que significa ser hijo de Dios. Camina por la vida como tal, con la seguridad de saber que tu Padre es el Rey de Reyes y Señor de Señores, el creador de todo lo que vemos. No eres cualquier cosa, eres un hijo de Dios, vive como tal. 

Héctor Colque

lunes, 13 de enero de 2014

¿Te gusta la comida chatarra? 



¿Te das cuenta que no solamente comemos por necesidad, sino también por placer? Si solo fuera por necesidad no comeríamos aquella comida que es potencialmente perjudicial para nuestra salud, ya que contiene altos niveles de grasa, colesterol, azúcares, sal, condimentos, comidas que se relacionan con la obesidad, enfermedades del corazón, diabetes, caries y otros… 

La comida chatarra es un alimento con poca cantidad de los nutrientes que el cuerpo necesita y sin embargo lo comemos por placer ¿Acaso no te gustan las papas fritas, hamburguesas, fritos, salchichas, pizza, gaseosas u otros? Las mismas nos dañan, ya que no pueden proveer fibras, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales que son necesarios para el buen rendimiento del cuerpo. 

“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” 1 Corintios 10:23 
Dios nos ha dado la libertad de elegir, todo está al alcance de nuestra mano, sin embargo, nos ha dado la responsabilidad de elegir lo que nos hace bien y edifica, y eso no solo lo podemos ver en la comida, tu interior tiene la misma necesidad de alimentarse que tu cuerpo exterior, y así como hay alimentos que sanan y que matan el cuerpo, también hay alimentos que sanan o dañan tu alma. 

Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4:.4 
Muchos ignoramos que existe un alimento para el alma y lo alimentamos solo de lo que nos causa placer, de “Chatarra”, dejando que ingrese basura dentro nuestro como lo es el odio, celos, resentimiento, por nuestros ojos la pornografía o por nuestros oídos los chismes o comentarios negativos, algo que no sirve, que no tiene ningún valor y que poco a poco van enfermando nuestro interior… 

El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. Salmos 147:3 
Puedes saber si tu alma está enferma, porque no tienes paz, ni felicidad, porque no eres libre, si tienes heridas profundas en el corazón, debes entender que Dios es el único doctor que puede sanarte y restaurar tu interior, tu alma necesita un alimento que lo nutra y fortalezca, necesita palabras de vida, por tanto, hoy deja lo que no sirve, deja de ver novelas, y comienza a leer Palabra de Dios. 

Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Señor Dios de los ejércitos. Jeremías 15:16 

Shirley Chambi

lunes, 6 de enero de 2014

Hombre de Palabra 



No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gálatas 6:9 

Un cantante argentino de fama internacional en el mundo latino, tenía un sueño, contratar nada menos que a Frank Sinatra, para que hiciera una serie de presentaciones en su país. Para esto, viajó a Estados Unidos y finalmente luego de algunas negociaciones, firmó un contrato por el cual se comprometía a pagar una altísima suma en dólares. Corría el año 1981 y en medio de una gran crisis económica, el dólar se dispara, haciendo las cifras acordadas prácticamente impagables. 

Ante esta situación, muchos dijeron al empresario argentino, declárate en bancarrota, no puedes pagar semejante cifra, sin embargo por respeto a la palabra empeñada al firmar el contrato, decidió pagar hasta el último centavo. 

Este proceso le llevó cinco durísimos años, en los cuales tuvo que deshacerse de propiedades y de cosas muy queridas por su familia. En medio de esta situación decidió hacer tantos shows como se les presentara la posibilidad, con el único objetivo de pagar su deuda. 

En 1985 y ante este panorama decide radicarse en Miami, junto a su familia, y para eso sabemos que hace falta lograr la famosa residencia o green card, para permanecer legalmente en el país. Al conocer estos planes y al ver la solidez de sus principios, el mismísimo Frank Sinatra, se encargó de ayudarlo para que él y su familia obtuvieran la tan preciada residencia. 

Este cantante, que tuvo un sueño tan grande, fue Palito Ortega, podría haber tomado los atajos que le sugerían sus asesores, era el camino mas fácil, sin embargo decidió hacer lo que para muchos fue una locura. Cumplir hasta lo último de lo que se había comprometido, fue la llave para una puerta grande que en el futuro se abriría para él y su familia. 

No tengas temor de ser distinto, es preferible agradar a Dios antes que a los hombres. Recuerda que todas tus decisiones, tendrán consecuencias a futuro, sea para bien o para mal.

No temas a las críticas, ni te justifiques diciendo "todos lo hacen" atrévete a agradar a Dios, porque los valientes arrebatan sus bendiciones. 

Daniel Zangaro