“Algunos cristianos tienden a creer, básicamente, que la política, como cualquier otra cosa, fuera de la iglesia y la familia, es intrínsecamente mala, por lo que hay que mantenerse alejada de ella. Esto es una lectura equivocada de la Biblia, ya que la Palabra de Dios nos dice que todo el mundo es de Dios, y todo el mundo ha de ser transformado por el Evangelio”
“La posición cristiana es totalmente diferente de cualquier otra. Para el conservador lo más importante será siempre la tradición, y para el liberal la libertad individual, o para el socialista la igualdad. Los cristianos podemos estar de acuerdo con ellos en determinados temas, pero para nosotros el Evangelio será siempre lo más importante. Así que no podemos reducir, ni equiparar, la opción política cristiana con cualquier otra. En este sentido el cristiano no puede ser ni conservador, ni liberal, ni socialista”.
“Por lo que es importante tener una
identidad política cristiana, así como poder trabajar con otros cristianos de modo organizado para establecer líneas generales, ya que la política no es una actividad individual.”
“Yo no creo que siempre haya que formar partidos cristianos, ni que sea equivocado hacerlo. Lo que sí hay que tener una identidad política cristiana organizada. Para ello es importante desarrollar una mente política, y que los cristianos empiecen a pensar sobre estos temas, para poder formar así una comunidad con esta orientación. Después de esto es cuando podemos empezar a estudiar de qué forma podemos ejercer influencia en la vida política”.
“Entonces un grupo de personas puede hablar con un miembro del Parlamento o funcionario del estado, ya que esto puede tener mucha más influencia de lo que pensamos. Ya que todavía más importante que votar en las elecciones son este tipo de reuniones, ya que el voto es sólo una parte de la política”.
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